Hace 74 años los sionistas israelíes expulsaban 750.000 palestinos de su hogares y tierras, tras asesinar a miles de ellos y destruir unas 1300 ciudades y aldeas. Se apropiaron de sus bienes e impidieron su retorno a Palestina. Hoy son unos 7.500.000 los refugiados palestinos que viven en campamentos de los países limítrofes. Ese día, el 15 de mayo de 1948, conocido como Al-Nakba, catástrofe, se trae a la memoria para afirmar el derecho al retorno del pueblo palestino, la devolución de sus hogares y tierras y la indemnización por los daños perpetrados por el ente sionista de Israel.
Cada año, coincidiendo con la celebración del Ramadán, el ente sionista israelí intensifica su represión sobre cualquier manifestación identitaria palestina. Desde principios de año el ejército israelí ha asesinado a más de cincuenta palestinos de los territorios ocupados y herido y detenido a cientos de ellos. Ha incrementado la demolición de viviendas palestinas y expropiado terrenos para construir nuevos asentamientos de colonos. La demolición de viviendas no es sólo en Jerusalén, sino que incluye aldeas beduinas en el desierto del Naqab.
Unos 5000 prisioneros palestinos, incluidos niños y mujeres, permanecen en las cárceles israelíes en nefastas condiciones. Más de 500 por medio de la ilegal “detención administrativa”. Actualmente, muchos de ellos se encuentran en huelga de hambre o se les niega el derecho a juicio.
El Régimen sionista israelí ha atacado sistemáticamente la Mezquita de Al-Aqsa y otras para impedir las oraciones de los palestinos musulmanes, favoreciendo el ejército los ataques y provocaciones de los colonos, incluso profanando y atacando lugares sagrados. Todo ello con el beneplácito y complicidad de los gobiernos de EEUU y de la UE.
¿Dónde están las sanciones al ente israelí? Tenemos que desengañarnos. Si los pueblos no ponemos freno a esa inmensa y sistemática masacre del pueblo palestino, Occidente seguirá con su política de blanqueo y apoyo del nazisionismo israelí, del estado de apartheid y de la limpieza étnica practicada contra los palestinos.
Por si fuera poco, el 11 de mayo asesinaron con un tiro en la cabeza a la periodista palestina de Aljazeera, Shireen Abu Akleh cuando cubría la información de los ataques del ejército israelí en el campamento de Yenin, al norte de Cisjordania. Fue intencionada su eliminación. Ella es la periodista número 55 asesinada por el ejército criminal israelí. Este hecho fue celebrado en Jerusalén por colonos israelíes que demandaban más crímenes de ese calibre. ¿Cuándo pondrán hornos crematorios? No los necesitan. La eliminación diaria de palestinos y la brutal represión es el equivalente.
No siendo suficiente, unos días después atacaron también el féretro de Shireen, pretendiendo que no fuera acompañada por los miles de palestinos de todas las creencias y resistentes a los crímenes diarios. Demostraron una vez más lo que son: nazisionistas.
Pero no tenemos que permitir que la indignación, dolor y tristeza que nos producen estos hechos criminales nos arrinconen en nuestras casas. Hay que salir y decir a la sociedad lo que los medios de desinformación de masas, pagados y al servicio del colonialismo e imperialismo, ocultan o intentan tergiversar. Los pueblos y personas amantes de la paz y la justicia tenemos que ser aquí la voz de los palestinos en los territorios ocupados y los refugiados.
Debemos denunciar públicamente la complicidad de los Gobiernos occidentales, fieles servidores de los intereses imperialistas, que financian y subvencionan al ente sionista, especialmente EEUU. Todo lo ocurrido con Shireen Abu Akleh, tanto el asesinato como el ataque al féretro y los que lo portaban son sorpresa y consternación, como si no supieran el monstruo que están alimentando.
Se debe exigir a los organismos internacionales, que no sólo hagan condenas verbales, sino que propugnen un boicot sistemático a las injusticias y crímenes del ente sionista israelí que ataca a Siria y lo intenta con el Líbano, siendo un peligro real para la paz en Oriente. Si no lo hacen ellos, lo haremos nosotros.
Y por supuesto, jamás dejemos de denunciar la represión brutal del ente sionista de Israel, tribunales militares y ejército contra el pueblo palestino al que somete a un proceso de eliminación sistemática.
¡Palestina libre, del Río Jordán, al Mar Mediterráneo!
Paca Castro