Hace una semana, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca lanzó un manifiesto donde se denunciaba que una de sus activistas está siendo objeto de un procedimiento judicial por su participación en la Huelga Feminista del 8 de marzo de 2018. Más de setenta y cinco organizaciones ya se han sumado a la campaña para denunciar la represión que está sufriendo la compañera Sandra. 

En el manifiesto suscrito por estas organizaciones se expresa el apoyo total a la compañera y se denuncia que se siga haciendo uso de montajes policiales para criminalizar a los movimientos sociales, a sus activistas y al feminismo; «No estamos dispuestas a seguir permitiendo ataques desde las instituciones hacia aquellas personas comprometidas con la lucha por los Derechos Humanos en ningún lugar del Estado», señalan las compañeras. 

El gran apoyo recibido se debe a un hartazgo generalizado por parte de las organizaciones sociales con respecto al uso de la justicia con fines represivos, algo cada vez más frecuente en este país. 

Por último, se hace un llamamiento a la ciudadanía murciana y a todos los colectivos sociales a que se sumen a esta ola de solidaridad, demostrando que no vamos a dejar a nadie atrás.

A continuación reproducimos el texto del manifiesto «Todas con Sandra».

Inicio del manifiesto

«El 8 de marzo de 2018 miles de personas salieron a las calles de Murcia para denunciar las distintas violencias que sufrimos las mujeres y para reivindicar una sociedad donde nuestros derechos sean prioridad en las políticas públicas.

Desde hace unos años esta manifestación es de las más numerosas que se celebran en nuestra Región. El feminismo ha convertido la igualdad en una reivindicación masiva y transversal y muestra de eso es la cantidad de colectivos y personas que, desde procedencias y luchas diversas, se unen bajo la misma pancarta cada 8 de marzo. Esta transversalidad del feminismo no habría sido posible sin la solidaridad y apoyo entre las luchas que tienen como objetivo la justicia social y mejorar las condiciones de vida de todas las personas. Y es por eso que el 8 de marzo de 2018 finalizó en un lugar de encuentro de luchas muy importantes: el paso a nivel de Santiago el Mayor. Hoy podemos celebrar que las vías del tren que dividieron décadas nuestros barrios han sido soterradas, y que el muro que pretendían construir, fue una propuesta que la sociedad murciana tumbó luchando unida. «Las mujeres tenemos fuerza para parar un tren» decían aquél año nuestras pancartas y qué satisfactorio es hoy comprobar que luchando, se pudo parar aquél tren.

Sin embargo, el soterramiento de las vías en Santiago el Mayor no podemos celebrarlo todas por igual. Nuestros Jóvenes de las Vías y sus familias han sufrido un duro proceso de represión y criminalización que no podemos olvidar. Es nuestra obligación decir que aquél muro lo tumbamos todas porque resistimos juntas a la sinrazón de construirlo. Y no pueden castigar la protesta social sin la que hoy no podríamos disfrutar de la desaparición de aquel paso a nivel. 

Pero aquel 8 de Marzo, la represión que sufría la lucha por el soterramiento afectó también a las feministas que acabamos nuestra manifestación en las vías del tren. A pesar de contar con un permiso para ello, la Policía Nacional impidió la llegada de las manifestantes al lugar de finalización de la marcha, donde estaba prevista la lectura del manifiesto, generando un embotellamiento en el que las personas allí presentes no podían caminar hacia delante ni retroceder. Ante esta situación, la Policía Nacional cargó duramente contra las manifestantes provocando una situación de caos y violencia. Pero la represión y la agresión del momento no quedó ahí, sino que iniciaron un procedimiento judicial contra nuestra compañera Sandra. 

Es un mecanismo que ya conocemos. Sin tener pruebas contra Sandra, es acusada por un agente y se ve enfrentada a un procedimiento judicial que se inicia en el mes de mayo de este año. La identificación visual de nuestra compañera en la manifestación por parte de un miembro del dispositivo policial, fue suficiente para descargar contra ella toda una maquinaria represiva que no podemos tolerar. Simplemente la vio en la manifestación y afirma conocerla de otras anteriores, pero no puede afirmar que ella cometió los actos de los que la acusan, y a pesar de eso, el proceso continúa cuatro años después. 

Con estos procedimientos selectivos contra compañeras y compañeros nos están mandando un mensaje al resto: impedir desahucios o acudir a manifestaciones y otras acciones de protesta puede ser motivo suficiente para sufrir un procedimiento judicial sin pruebas en tu contra. 

Mediante este escrito solicitamos solidaridad con nuestra compañera Sandra. Hace muchos años que ella nos ha dado su apoyo en cientos de causas justas y ahora nos necesita. Este procedimiento judicial es injusto y no le vamos a dejar enfrentarlo sola.

¡Basta de reprimir la protesta social con procedimientos judiciales injustos!»

Final del manifiesto

 

Vera Zasulich