Entre los años 2011 y 2013, la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) construyó, sin licencia urbanística alguna, un aulario de 2.500 metros cuadrados, un laboratorio y un almacén en el terreno universitario de Guadalupe. Tras verse acorralado por la opinión pública, dos años después, el Ayuntamiento de Murcia se vio obligado a denunciar a su «compañero de armas». No fue hasta finales de 2019 cuando el Juzgado de Instrucción Número Cinco se pronunció confirmando la existencia de «indicios delictivos» y propuso la apertura de juicio oral1. Como era de esperar, la UCAM recurrió esta decisión y tras la reiteración del juzgado, trasladó el recurso a la Audiencia Provincial. En enero del año pasado, la Audiencia echó para atrás el penúltimo recurso de la universidad y, hace unos pocos meses, el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia se posicionó en el mismo sentido2.  La Fiscalía pide tres años de prisión para el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, pero hasta el momento, siete años después de la denuncia, el proceso continúa abierto. Aunque el proceder legal hasta la fecha ya puede ser catalogado, como poco, de herejía, no debemos ser profetas para vaticinar cual será el «juicio final» sobre este caso.

También en 2011, la UCAM fue investigada por la Comisión Universitaria de Regulación del Seguimiento y de la Acreditación (CURSA), a petición del Gobierno italiano, ante la obtención del título de abogado por parte de más de 1.400 licenciados italianos matriculados en la Región al finalizar sus estudios de derecho en Italia3. En resumidas cuentas, el caso fue el siguiente: mientras que en Italia se requería del Máster en Ciencias Jurídicas y de un posterior examen de Estado para ejercer como abogado, en España, gracias a una moratoria para la implementación de esta norma de la Unión Europea, la UCAM aprovechó la ocasión para ofrecer un curso online a través del cual homologar el título extranjero. Con la susodicha homologación, se podía proceder a la colegiación y posterior obtención del derecho a ejercer como abogado en toda Europa. Por supuesto, tras llenarse los bolsillos —el curso costaba ni más ni menos que 3.000 euros—, la UCAM salió indemne.

Yéndonos al presente, el último suceso ha sido protagonizado por la directora de la cátedra de Salud y Bienestar Social, Sonia Fernández-Durán Thiebaut, imputada por un delito de falsedad documental4. En 2021, Fernández-Durán firmó un «contrato de colaboración empresarial para la docencia» con el objetivo de implantar un máster de Medicina Estética en Remodelación Facial. El certificado bancario de la cuenta corriente utilizada para la gestión de la actividad económica del máster fue presuntamente falsificado. Pese a la imputación, la UCAM ha dado inicio a un nuevo curso académico en el máster —a 9.800 euros la matrícula, quién no lo haría—.

Estos tres casos, que no dejan de ser meras anécdotas, componen una pequeña parte del entramado de corrupción que lidera la universidad. A los mismos podrían sumarse el conflicto de las prácticas de medicina; el tráfico de influencias en el intento de expansión de la universidad a León; la inminente apertura del grado en veterinaria —cuyo escándalo llevo a dimitir al Director General de Universidades—; el vaivén de concejales y consejeros del Partido Popular entre la docencia católica y la gobernanza; y un largo etc. Sin embargo, y pese al último ejemplo mencionado —así como pese la oficialidad los colores universitarios y la cátedra de «Ética, Política y Humanidades» dirigida por José María Aznar—, no es el azul el color predilecto del señor Mendoza. Hoy, los valores ultracatólicos de la universidad han reforzado la afinidad hacia el partido político, Vox. No es de extrañar que el líder de la formación verde en la Región de Murcia sea José Ángel Antelo, exjugador de baloncesto profesional del —oh, sorpresa— UCAM Murcia Club de Baloncesto, donde además ejercía como capitán, y que tras su retirada fue contratado en el departamento de marketing de la institución educativa. Otros nombres ligados a la universidad y Vox: el senador y profesor católico, José Manuel Marín; el yerno del propio Mendoza y gestor de equipos en la vicesecretaría de organización, Rubén Martínez Alpañez; y el pedáneo de Guadalupe y también profesor católico, José Javier Arias5. Esta lista no constituye más que un breve resumen que puede ser ampliado consultando la cita referenciada. Los tentáculos de la UCAM se extienden por todo el panorama político de la Región.

Pero las inquietudes del señor Mendoza, como buen emprendedor, no podían circunscribirse únicamente al estrecho panorama regional o nacional. Y no, no me refiero al sesudo trabajo de investigación que le llevó «al otro lado del charco»  para afirmar que Bill Gates y Soros estaban detrás de la vacuna del coronavirus; tampoco a sus desplazamientos al Vaticano para el traslado de suculentos cheques y la condecoración con la cruz Pro Ecclesia et Pontifice6 por parte de su «progresista» Santidad, el Papa Francisco. Me refiero a la estrecha relación que la universidad mantiene con la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).

La UCAM y la OTAN

Hace unos días conocíamos la noticia de que la OTAN había condecorado a Mendoza con el premio Serge Lazareff7 por su «destacado apoyo y cooperación con los servicios legales de la Alianza»8. La carta que comunicaba este prestigioso reconocimiento fue escrita por Andrés Muñoz Mosquera, Asesor Legal del Comandante de la OTAN y Director de la Oficina de Asuntos de la Operación de Comando Aliado (ACO)9.

Este galardón es compartido con ilustre Rey de España, Felipe VI, además de con Pablo Blesa, Vicerrector de Relaciones Internacionales de la UCAM quien recibió el mérito por  «enaltecer y propagar los valores de la OTAN» a través de varios libros, artículos, seminarios y congresos10.

La relación entre la universidad y la OTAN no se ciñe a meros premios y obsequios. La UCAM mantiene un convenio con la Alianza para el desarrollo de líneas de colaboración, especialmente en el ámbito de la investigación dirigida en materia de seguridad y defensa. Además, imparte dos postgrados: el «“Máster”s Degree in European Union Studies and Human Rights» y el «“Masters”s Degree in International Relations», donde varios miembros de los Servicios Jurídicos de la OTAN forman parte del personal docente. También cuenta con el Máster Universitario de Derecho Militar —en 2019 se trataba de la única universidad que lo impartía— donde la UCAM beca a los números uno de las promociones del Ejército de Tierra y Aire, la Guardia Civil, la Armada y el Cuerpo Jurídico Militar, formados en la Academia General Militar11. Los estudiantes de este postgrado visitan regularmente las instalaciones de la OTAN donde reciben formación en derecho militar.

Por si fuera poco, la universidad organiza anualmente en el Campus de los Jerónimos un ciclo de Conferencias sobre Seguridad y Defensa.

La universidad, think tank del capitalismo armado

El extenso aparato propagandístico con el que cuenta la OTAN no tiene parangón. En la UCAM, la Alianza ha encontrado un nicho donde no solo pueden propagar sus ideas —aunque a gran parte de sus estudiantes no les haga falta— también puede nutrirse de nuevos miembros que sí ejercerán una labor ideológica de masas fuera del recinto privado. Con la Guerra de Ucrania, e incluso antes de su comienzo, estamos observando como la maquinaria de propaganda otanista funciona a toda velocidad.

En la Universidad de Murcia (UM), si bien su relación atlantista no es tan manifiesta, cualquier estudiante se ha podido percatar de la inmensidad de carteles de apoyo a Ucrania; de la multitud de charlas donde la Federación Rusa ha sido descrita como poco más que la nueva Alemania nazi; o de las decenas de puestos de recogida de alimentos y otros materiales en solidaridad con el «pueblo ucraniano» —ni a la OTAN, ni a la UE, ni a España, ni a la universidad le importa una mierda el pueblo ucraniano—. Sin embargo, ningún estudiante habrá podido observar jamás un elemento institucional universitario que apoyase a las víctimas del Donbass masacradas por el Gobierno fascista ucraniano desde 2014; de crítica a la expansión de la OTAN hacia el este rompiendo unilateralmente los acuerdos alcanzados con la Federación Rusa y cuya consecuencia está pagando hoy el proletariado internacional —en Ucrania y Rusia siendo asesinado y en el resto de países mediante la agudización12 de la inflación capitalista y la consecuente subida de precios en todos los sectores básicos—; o de solidaridad con el pueblo palestino ante las continuas agresiones por parte del ente sionista de Israel.

La institución universitaria en general, y la UCAM en particular, constituyen un think tank del capitalismo armado. La incredulidad académica de la imparcialidad del conocimiento y los valores universitarios para con el desarrollo de la humanidad, no es más que un reflejo de la alienación consciente o inconsciente con respecto a un sistema productivo construido bajo el derecho a la explotación de una clase poseedora sobre otra desposeída, de la burguesía sobre el proletariado.

A modo de conclusión y con objeto de no alargar mucho más este artículo, que no pretende de ningún modo representar ni un intenso, ni si quiera un simple trabajo de investigación —la propia UCAM, como se refleja en las notas, expone abiertamente sus relaciones con la OTAN—, quiero finalizar ahondando en una última idea. El motivo por el cual he construido el inicio de este artículo en torno a diferentes sucesos que la UCAM ha emprendido en todos los ámbitos de la vida económica, política y cultural de la Región y del Estado español, se debe a que no podemos estudiar su relación con imperialismo de forma autónoma a su desarrollo en el seno de la sociedad capitalista. El marxismo logró sintetizar en un todo único, indivisible y cambiante los elementos sociales que hasta entonces eran estudiados de forma autónoma. Hoy, esas tendencias, pese a una retórica barata y un triste folclore, pueden seguir observándose en el seno de la socialdemocracia. Desde las posiciones comunistas debemos indagar en cada crítica hasta llegar a su raíz más profunda; señalar que el comportamiento de tal o cual institución, que el desmán de tal o cual burgués, obedece a un mismo origen y que este debe ser estudiado en su completa totalidad. La UCAM representa un escalón más de la superestructura capitalista, y al igual que las instituciones públicas, cumple un papel determinado en el orden social. La raíz que la sostiene se encuentra, junto al resto, entrelazada al cuello del proletariado. Solo tenemos dos opciones, o la arrancamos, o perecemos.

 Bruno Daimiel

Notas

  1. Véase, «El presidente de la UCAM irá a juicio por las obras ilegales en el campus» de La Verdad.
  2. Véase, «El TSJ respalda al Ayuntamiento en el conflicto de las obras de la UCAM» de La Opinión.
  3. Véase, «La UCAM sale indemne tras una denuncia del Gobierno italiano» de La Opinión.
  4. Véase, «Imputada una directora de cátedra de la Universidad Católica de Murcia por falsificar un certificado bancario» de elDiario.es.
  5. Véase, «La Universidad Católica de Murcia, cercana a la nueva dirección provincial de Vox: “Mendoza se ha quedado con el partido”» de elDiario.es.
  6. La cruz Pro Ecclesia et Pontifice es otorgada por una satisfactoria trayectoria de servicio al sumo pontífice. José Luis Mendoza por su labor sobre Benedicto XVI, Juan Pablo II y el actual Papa Francisco.
  7. Serge Lazareff fue un jurista francés e intérprete del general y posterior presidente de los Estados Unidos (EEUU), Dwight D. Eisenhower, durante la II Guerra Mundial, que ocupó un puesto como asesor jurídico del Mando Aliado Central hasta 1966. En 1959, el presidente Eisenhower, a través de un caluroso abrazo con el dictador Francisco Franco, plantó la semilla de la entrada en la OTAN del Estado español.
  8. Véase, «La OTAN condecora al presidente de la UCAM» de la web oficial de la UCAM.
  9. Andrés Muñoz Mosquera fue cómplice de la masacre que la OTAN provocó en Yugoslavia a través de la realización de tareas de información de prensa para el General Rosa.
  10. Véase, «Pablo Blesa, vicerrector de la UCAM, distinguido por la OTAN» de la web oficial de la UCAM.
  11. Véase, «Los alumnos del Máster en Derecho Militar de la UCAM podrán completar su formación en el Cuartel General de la OTAN», de la web oficial de la UCAM.
  12. Pese al intento de los distintos gobiernos europeos de acharar el deterioro de sus economías domésticas a la guerra, la realidad es que la inflación se estaba disparando antes del inicio de la misma y, por supuesto, antes de que sus consecuencias fuesen visibles y efectivas. Ante la ciclicidad crítica del capitalismo, la burguesía pone todo su esfuerzo en desviar la atención del verdadero problema: la propiedad privada y la consecuente producción capitalista.