Estadísticas, comparaciones, datos, curvas, gráficos… que se hacen públicos. No hay detrás de ellos dramas ni tragedias personales o familiares. No hay rostros. Ni dolor. No hay historias con pasado y futuro. Tampoco hay crueldad en las causas o responsabilidades. Y acaba siendo «natural» echar cuentas sobre lo que cuesta a la Seguridad Social y a los empresarios la muerte o la baja por enfermedad o accidente. Son muchas y muchos. Y no son importantes.

C.Piris y D. Martínez

En septiembre de 1997, el Dr. Andrés Bilbao Sentís, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, publicaba un breve artículo en la revista Página Abierta titulado «El accidente como indicio» [1]. En el mismo se recogía una interesante reflexión donde el accidente laboral era descrito como el resultado de una sucesión de acontecimientos interconectados entre sí y arraigados al modelo de producción capitalista y las condiciones de trabajo que derivan de este, y no como un hecho aislado. Mientras que la muerte en el trabajo sobrevolaba la cabeza de una determinada clase social desposeída, otra, poseedora, observaba el fenómeno como algo natural circunscrito a la producción de bienes y que la sociedad en su conjunto debía aceptar como un mal necesario.

Esta reflexión, acertada a mi parecer, no forma parte del pasado; el desarrollo del capitalismo ha perpetuado, tal y como señalaba Bilbao, este drama que azuza cada año a miles de familias obreras. Hoy en día los grandes medios de comunicación, de vez en cuando, escriben un par de párrafos dedicados a un accidente laboral donde se cuenta que consecuencia ha tenido para el trabajador y cómo de rápido han intervenido los servicios de emergencia. En los casos más graves, o al menos en aquellos que más transparentemente reflejan la podredumbre de este sistema, dedican unas cuantas líneas extra para reflejar cuáles eran las condiciones laborales de la persona afectada.

Si desgranamos un poco más la tesis de Bilbao —y que me disculpe el lector la brevedad con la que trato el tema—, inevitablemente debemos retrotraernos más allá del origen del modo de producción capitalista hasta llegar al mismo nacimiento de la propiedad privada. El derecho a la propiedad devino como fruto natural de la organización social del ser humano. Desde aquel entonces se forjó una contradicción irreconciliable entre poseedores y desposeídos —entre explotadores y explotados—. Se estructuró una sociedad con diferentes clases sociales e intereses antagónicos donde el desarrollo de la clase dominante siempre se ha producido en detrimento de la oprimida. La llegada del capitalismo, allá por el siglo XIX, lejos de solventar esta milenaria contradicción, la agudizó más si cabe. Se erigió como contradicción capital-trabajo y situó en el centro del tablero de la lucha de clases a la burguesía y al proletariado.

La contradicción capital-trabajo es inherente a todas las sociedades regidas —entre otras— bajo el régimen democrático-burgués. Tal es el caso del Estado español donde, como si de Júpiter se tratara, se manifiesta día tras día cobrando mil y una formas distintas. Podría dedicar un artículo concreto a cada una de estas manifestaciones pero, —que me disculpe de nuevo el lector—, no dispongo del tiempo suficiente. Así que, humildemente, desde este artículo procederé a hablar sobre aquella que, año tras año, se cobra la vida de cientos de trabajadores: los accidentes laborales. Concretamente, me centraré en aquellos que causan la muerte del trabajador y que han sucedido en la Región de Murcia, aunque esto no impedirá que comente algunos datos sobre el conjunto del Estado que nos permitirán obtener una visión más global de esta lacra que se asienta sobre la espalda de la clase obrera.

¿Qué es un accidente de trabajo?

Comúnmente denominado como «accidente laboral», un accidente de trabajo (AATT), según el artículo 156 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), es «toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena» [2]. Los AATT se clasifican en aquellos que se producen durante la jornada laboral y los que tienen lugar in itinere, es decir, al ir o al volver del lugar de trabajo. Por otro lado, atendiendo a los análisis estadísticos realizados por los principales sindicatos e instituciones del Estado, según la gravedad un AATT puede clasificarse en: sin baja, con baja, grave o mortal.

Breve recorrido histórico

El 8 de marzo de 1996, durante el último estadio del Gobierno de Felipe González, fue publicada en el Boletín Oficial del Estado la Ley de Prevención de Riesgos Laborales [3]. En aquel momento, los principales sindicatos del Estado aún contaban con cierta fuerza y apoyo entre las masas trabajadoras —pese a los constantes desdenes por parte de su dirección—  lo que permitió ejercer una presión suficiente para que el número de AATT se mantuviese en continuo descenso hasta el año 2012. Si en el 2008 la reforma laboral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) abarató el despido y fomentó la temporalidad, la reforma laboral del Partido Popular (PP), aprobada cuatro años más tarde, consolidó a su predecesora y asentó la precariedad como norma entre millones de obreros.

A partir de 2012 los AATT entre la población asalariada se mantuvo en una escala ascendente hasta 2018. Tras dos años de relativa estabilidad, en 2020 llegó la Pandemia y las estadísticas sufrieron un brusco descenso que se explica por la reducción de la actividad laboral en la mayoría de sectores debido a las medidas de contención socio-sanitarias —a excepción de los servicios sanitarios donde se incrementaron—. Sin embargo, durante 2021 la tendencia volvió al alza y, si bien no llegó a las cifras de 2018, la nueva reforma laboral aprobada por el PSOE y Unidas Podemos no augura un futuro esperanzador para la clase obrera.

2021 y la vuelta a la normalidad

Tal y como se especifica en el «Análisis de las Estadísticas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales en España en 2021», elaborado por la Secretaría Confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de Comisiones Obreras (CCOO), en 2021, en España se produjeron 1.137.523 AATT: 572.448 causaron baja, 4.572 fueron categorizados como graves y 705 se cobraron la vida de un trabajador [4]. En la Región de Murcia, el «Resumen Estadístico de Siniestralidad Laboral», redactado por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia, informó que, durante este mismo año, tuvieron lugar 41.029 AATT: 19.053 causaron baja, 155 fueron graves y 19 mortales [5].

El índice de incidencia (IdI) hace referencia al número de AATT cada 100.000 trabajadores ocupados. En 2021, el IdI sobre el total de AATT mortales en jornada —los cuales deben ser diferenciados de aquellos que se producen in itinere, es decir, que tienen lugar al ir o al volver del trabajo— fue de 3,09. Por sectores, el orden varía con respecto a aquellos que causaron baja: construcción (9,20), agrario (7.15), industria (4.82) y servicios (2,06). Pese a que el sector de la construcción ocupó, en términos generales, el primer puesto, la industria extractiva, sin embargo, es con diferencia la que más AATT mortales en jornada provocó (27,76). El transporte y almacenamiento (11,88), el suministro de agua, saneamiento y gestión residuos (11,30), la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (7,15) y la industria manufacturera (4,19) son otras actividades que también se situaron por encima del IdI total.

La Región de Murcia fue la octava Comunidad Autónoma con un IdI sobre el total de AATT mortales en jornada más alto (4,09), el cual superó el IdI nacional. En términos absolutos, hubo un total de 31 fallecimientos: 19 en jornada y 8 in itinere. Por sector, en la agricultura falleció 1 trabajador, 4 en la industria, 4 en la construcción, 10 en los servicios y 4 no especificadas. Al contario que los datos nacionales aportados con anterioridad, estos se encuentran, como señalaba, en términos absolutos. Por lo tanto, se ha de tener en cuenta que en 2021 la población media ocupada por sector en la Región, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, fue la siguiente: servicios (442.200), industria (85.500), agricultura (71.400) y construcción (42.300). Si calculásemos el IdI de AATT mortales en jornada a partir de estos datos, la construcción, la industria y los servicios obtendrían un valor ligeramente superior a los datos nacionales, sin embargo, el IdI en la agricultura se reduciría drásticamente (1,4 frente a 7,15). El total también difiere con respecto al informe ofrecido por CCOO, lo cual denota la variabilidad de estos datos.

Volviendo a la contradicción hallada en el sector agrícola, cabría realizar la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que la provincia de Murcia, segunda en número de trabajadores empleados en la agricultura, mantenga un IdI de AATT mortales en jornada tan bajo? La respuesta es sencilla y tiene rostro extranjero. Bien es sabido que la gran masa trabajadora que nutre los campos y ganaderías murcianas es migrante y que, en la mayoría de ocasiones, se encuentra en «situación de irregularidad». Así es como la patronal agraria quiere que sea y no tiene escrúpulos en decirlo públicamente [5]. El Estado español en general y la Región de Murcia en particular, como centros imperialistas de la Unión Europea, requieren de la porción más vulnerable de la clase trabajadora a la que poder explotar a su antojo para evitar la pérdida de poder adquisitivo.

Los AATT mortales de personas migrantes generalmente, pasan desapercibidos. Cuando algún medio informa de un suceso relacionado con un trabajador migrante, encontramos casos como el de Eleazar Blandón, temporero nicaragüense de 42 años que el 2 de agosto de 2020 fallecía tras ser abandonado —tirado en el suelo e inconsciente— con un golpe de calor a las puertas de un centro de salud de Lorca [6]. Eleazar se encontraba en «situación irregularidad administrativa»: trabajaba entre nueve y doce horas diarias por un salario de entre tres y cinco euros la hora y no estaba dado de alta en la Seguridad Social; además, no disponía de tiempo para almorzar, no tenía acceso a agua y se veía obligado a «descansar» bajo el sol [7]. Esta es la realidad del trabajo agrícola en la Región, una de las expresiones más ruines de la lucha de clases.

Otro dato llamativo a nivel nacional mencionado anteriormente es al alto IdI de la industria extractiva. Tampoco debería de extrañar a nadie que esta rama de la industria ocupe un puesto en el podio. Así ha sido históricamente, también en la Región de Murcia. Entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del XX, la minería metálica de Águilas, Mazarrón, Cartagena y La Unión registró —pese al descontrol administrativo de la época— miles de accidentes donde fallecían una media de entre cuarenta y cincuenta mineros al año [8]. Más recientemente, el 17 de octubre de 2015, un trabajador fallecía en la cantera Pollo Miñano de Cehegín tras ser golpeado en la cabeza por un bloque de piedra que se desprendió mientras intentaba desatascar el hilo de diamante con el que cortaba el mármol [9]. Hace menos de un año y pese al informe pericial de la Dirección General de Minas y el acta de infracción donde se señalaba una deficiente señalización en la zona donde se encontraba el trabajador y la ausencia de la debida limpieza del área y el propio bloque de mármol, los responsables de la explotación minera fueron absueltos [10]. La burguesía asesina sin piedad ni remordimiento, y bajo el amparo de la ley, a la clase trabajadora.

En cuanto a la relación entre género y AATT mortales, la división sexual del trabajo también hace mella. En 2021, en el Estado español, el 95% de los AATT mortales en jornada correspondieron a hombres y el 80% in itinere. Los hombres ocupan la mayor parte de los puestos de trabajo en los sectores que registra un IdI mayor y así lo refleja la estadística. Sin embargo, cabe destacar que en lo referido a AATT in itinere que causan baja, las mujeres ocupan el 54%. Este dato resulta relevador en tanto en cuanto tres de cada cuatro contratos parciales corresponden a mujeres, lo cual deriva en una precaria situación aunada al aumento del número de desplazamientos para la compaginación de diferentes empleos. Además, tal y como indica el informe y del cual recogemos esta acertada conclusión, la carga del trabajo doméstico también supone un mayor número de desplazamientos con objeto de conjugar las tareas del hogar con la vida laboral.

Atendiendo a la edad, el IdI de AATT mortales en jornada más alto se registra a partir de los 50 años tanto en hombres como en mujeres. Destaca especialmente los altos índices a partir de los 55 años. El Capital exprime a la clase trabajadora hasta la saciedad, desnaturaliza el trabajo e irrumpe los ciclos vitales del ser humano fundiéndolos con la esclavitud que representa el trabajo asalariado.

Sobre la ocupación una vez más encontramos que los sectores más precarios de la clase trabajadora ocupan los puestos de trabajo que más AATT registran. Los peones de la industria, construcción y agricultura mantienen el IdI de AATT más alto (9.678,8).

El tipo de contrato también afecta a la salud de los trabajadores. Aunque no dispongo de los datos sobre AATT mortales asociados a cada tipo de contrato laboral, si de aquellos que causaron la baja del trabajador. Como era de esperar, el IdI de los contratos temporales fue un 75% mayor que en los indefinidos. El contrato fijo discontinuo también muestra un IdI similar al de los contratos temporales. Destacar que la última reforma laboral del Gobierno, cuyo rostro representa la militante del Partido Comunista de España, Yolanda Díaz, y que fue aprobada bajo el beneplácito de los sindicatos «mayoritarios» y la Patronal, lejos de fomentar la creación de contratos indefinidos está aumentando el número de contratos fijos discontinuo, por lo que la seguridad laboral de los trabajadores está a años luz de verse en una mejor situación.

No queremos dar a entender con las últimas líneas que si otro Gobierno estuviese al frente y aprobase una nueva reforma laboral la situación cambiaría. Bajo el domino de la propiedad privada, los representantes políticos no son más que la extensión uniformada —con o sin corbata, en traje o en camisa— de la burguesía. Lo mismo puede aplicarse para la dirección y estructura de los sindicatos «mayoritarios».  Por lo tanto, jamás se aprobará una ley que verdaderamente ponga en jaque a la Patronal, pues ninguna es redactada si esta no presta su lápiz primero.

La incidencia de los AATT no varía en función del Gobierno nacional, autonómico o provincial de turno. Si bien señalábamos al comienzo que la Región de Murcia ocupaba la octava posición en cuanto al IdI de AATT mortales en jornada, entre las siete primeras, seis gobiernos —sin tener en cuenta las coaliciones—, pertenecen al Partido Socialista Obrero Español, una al Partido Popular y otra al Partido Regionalista de Cantabria. La seguridad en el trabajo tan solo podrá comenzar a estar realmente presente cuando se construya un Estado bajo dirección obrera en estrecha unión con el Partido Comunista. Urge, por lo tanto, la Reconstitución del Partido de Vanguardia.

2022 al alza

En 2022, las cifras de AATT prosiguen el camino de recuperar —si no superar— las cifras pre-pandémicas. Los datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social indican que durante el primer semestre de este año se han producido 583.076 AATT de los cuales 310.211 han causado la baja laboral del trabajador (un 18.2% más que en 2021) [11]. Los AATT en jornada también han aumentado un 20% con respecto al año anterior y el número de trabajadores fallecidos es de 394 (60 más que el primer semestre de 2021). El número de fallecimientos por infartos y derrames cerebrales, atrapamientos y aplastamientos y accidentes in itinere han aumentado un 17.8%, 34.1% y 29.8% respectivamente.

En el momento en el que escribo este artículo —probablemente haya que elevar el número tras su publicación—, la Región de Murcia ha registrado 28 fallecimientos por AATT [12]. También han aumentado el número de AATT graves: amputaciones de miembros, pérdida de movilidad, de visión, etc., son otros resultados a los que debe enfrentarse la clase obrera ante la impunidad de sus explotadores.

Los golpes de calor, al igual que en el caso de Eleazar, azotan a los trabajadores de la Región y del resto del Estado español. Hace unas semanas conocíamos el fallecimiento de José Antonio González, barrendero que murió tras sufrir un golpe de calor [13] y al que el Ayuntamiento de Madrid dedicara el nombre de una zona verde [14]. Estas son las migajas que ofrece la burguesía y sus gestores políticos a la clase trabajadora. En primer lugar, un contrato laboral de un mes en condiciones infrahumanas y, en segundo lugar, tras el devenir de la muerte, el nombre de una zona verde. No habrá justicia jacobina capaz de honrar a los miles de trabajadores asesinados.  

Uno de los últimos casos sucedidos en nuestra Región nos lleva de nuevo al campo, la precariedad y el calor extremo. El 8 de agosto, en Fuente Álamo, un trabajador falleció debido a un golpe de calor mientras trabajaba a las 12:40 a pleno sol y más de 40ºC [15]. Este último acontecimiento alertó a los sindicatos quienes decidieron reunirse de urgencia con la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia para tratar el asunto. Ante este hecho, cabe preguntarse ¿qué pretenden los «principales» sindicatos del país conseguir en este tipo de reuniones? Desechando la idea izquierdista por la cual se pretende convertir un sindicato en una estructura organizativa revolucionaria [16] y siendo conscientes de las limitaciones políticas que supone el sindicalismo, ¿cuántas reuniones de este tipo han tenido lugar durante este último siglo? Que la máximo confrontación que puedan ofrecer los «principales» sindicatos sean periódicas reuniones con la patronal para abordar las continuas muertes de obreros en el trabajo denota, no únicamente la debilidad de los sindicatos, también su papel conciliador entre clases [17].

La inexistencia del Partido Comunista en el Estado español evita la posibilidad de ejercer una agitación y propaganda verdaderamente efectiva entre los millones de trabajadores que se enfrentan cada día a situaciones que pueden resultar en el arrebatamiento de su vida. Esta tesitura conlleva dejar campar a sus anchas a organizaciones reaccionarias que, bajo el folclore de la hoz y el martillo, dirigen a los trabajadores hacia la recomposición orgánica del Capital. Inmersos en un nuevo ciclo crítico del capitalismo, la Reconstitución de la organización de vanguardia del proletariado debe ser la prioridad de todo destacamento comunista.

Por muchos años que pasen, por muchas leyes que se aprueben o por muchos inspectores de trabajo se contraten, la vida de los trabajadores jamás dejará de estar sujeta a su condición de clase. Aunque el capitalismo haya conseguido implantar la muerte de un trabajador como un suceso natural y cotidiano, nuestro deber no pasa únicamente por no cesar de señalar al culpable, sino que también por organizar políticamente a la única clase capaz de cambiar esta situación: el proletariado.

Bruno Daimiel

Bibliografía

[1] El accidente como indicio. Página Abierta, 1997.

[2] Real Decreto Legislativo 8/2015 de la Ley General de la Seguridad Social. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-11724

[3] Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales en la Administración del Estado. https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1996-5486

[4] Análisis de las estadísticas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en España en 2021. Comisiones Obreras. https://murcia.ccoo.es/c3350d37087247715c0685edd807c211000001.pdf

[5] Resumen Estadístico de Siniestralidad Laboral. Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia https://murcia.ccoo.es/002d9da1da4676d13ec7a6fd6e1d108f000065.pdf

[5] La patronal pide «abrir fronteras» para paliar la falta de mano de obra en la Región de Murcia. https://www.laverdad.es/murcia/patronal-pide-abrir-20220816233557-ntvo.html

[6] La muerte de un temporero en Murcia: jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua. https://elpais.com/espana/2020-08-03/la-muerte-de-un-temporero-en-murcia-jornadas-de-11-horas-a-mas-de-40-grados-y-sin-agua.html

[7] Un compañero del jornalero muerto en Lorca: «Nos tratan como a perros». https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2020/08/12/companero-jornalero-muerto-lorca-tratan-34461052.html

[8] Cuando la mina se transforma en sepultura. https://www.laverdad.es/murcia/v/20100906/comarcas/cuando-mina-transforma-sepultura-20100906.html

[9] Fallece un trabajador en una cantera de Cehegín. https://www.laverdad.es/murcia/comarcas/201510/17/muere-trabajador-cantera-cehegin-20151017140147.html

[10] Absueltos los encargados de una cantera de Cehegín por la muerte de un trabajador. https://www.laverdad.es/murcia/otros-municipios/absueltos-encargados-cantera-20211128002447-ntvo.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

[11] 394 personas han muerto en accidentes de trabajo en los seis primeros meses de 2022. https://www.ugt.es/394-personas-han-muerto-en-accidentes-de-trabajo-en-los-seis-primeros-meses-de-2022#:~:text=Seg%C3%BAn%20los%20datos%20avanzados%20por,272.865%20no%20han%20producido%20incapacidad

[12] Ya van 28 muertos en accidente laboral en la Región este año, casi como en todo 2021. https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2022/08/06/28-muertos-accidente-laboral-region-73109332.html#:~:text=Un%20total%20de%2028%20personas,en%20una%20f%C3%A1brica%20de%20Mula.

[13] Muere un barrendero en Madrid por la ola de calor: su cuerpo alcanzó los 41,6º. https://www.elespanol.com/sociedad/sucesos/20220716/muere-barrendero-madrid-ola-calor-cuerpo-alcanzo/688181220_0.html

[14] El barrendero que murió por golpe de calor en Madrid dará nombre a una zona verde de la capital. https://www.elperiodico.com/es/madrid/20220720/barrendero-murio-golpe-calor-nombrara-zona-verde-madrid-14129065

[15] Fallece un trabajador por un golpe de calor en una empresa de Fuente Álamo. https://www.europapress.es/murcia/noticia-fallece-trabajador-golpe-calor-empresa-fuente-alamo-20220809154343.html

[16] Crítica al obrerismo: análisis de su fundamento ideológico. Hilo Rojo número 1. Viento del Pueblo. https://vientodelpueblo.net/critica-al-obrerismo/

[17] Reflexión sobre la cuestión sindical en la Región de Murcia. Iniciativa Comunista. https://iniciativacomunista.net/2020/05/01/reflexion-acerca-de-la-cuestion-sindical-en-la-region-de-murcia/